Hacer Ágil vs ser Ágil

Publicado en

Autor

A pesar de que este tema pareciera ser un poco repetido, sigo encontrándome con empresas y personas con serias complicaciones en su proceso hacia la agilidad. Dichas empresas tienen en curso esfuerzos e inversiones importantes en capacitación e implementación de metodologías y prácticas Ágiles como reuniones diarias, iteraciones de dos semanas, reuniones de retrospectiva, etcétera. Sin embargo, muchas de estas se quedan a la mitad del camino y otras terminan regresando a las formas de trabajo tradicionales, sin alcanzar a ver los beneficios que se esperan; en otros casos escucho que “X” empresa es ágil ya que siguen algunas metodologías como Scrum o Kanban pero tienen empleados y clientes descontentos, y en muy pocas ocasiones me encuentro con iniciativas que apoyen y faciliten la transición hacia una forma de trabajo diferente y sus beneficios correspondientes.

Las bases

Me gusta mucho iniciar talleres o conferencias con la siguiente pregunta: ¿Qué es Ágil? Y la respuesta más común es: “es una metodología”. Si regresamos a las bases, el manifiesto de desarrollo de software ágil está conformado por cuatro principios y doce valores, no contiene procesos ni métodos que lo constituyan como una metodología. Yo prefiero interpretarlo como una filosofía de trabajo, incluso me atrevo a describirlo como una forma de vida que nos permite enfrentar la incertidumbre y complejidad que nos rodean hoy en día. Entonces, si ágil es interpretado como una metodología, lo que vamos a tratar de implementar son prácticas, procesos y métodos (hacer ágil); en cambio, si lo pensamos como una filosofía vamos a intentar vivir sus principios y valores, lo que requiere de un “mindset”, una forma particular de pensar que se deriva en comportamientos (ser ágil).

Hacer ágil

Cuando implementamos métodos y prácticas ágiles estamos “haciendo” algo para lograr la agilidad. Esto nos ayuda a tener los eventos artefactos y procesos adecuados para entregar valor de forma continua con un buen nivel de calidad, gracias a esto podemos tener algunos beneficios como: adaptación a los cambios, mejorar la visibilidad, incrementar la productividad, mejorar la calidad y reducir los riesgos. Un buen programa de entrenamiento nos puede ayudar a alcanzar este estado.

Ser ágil

Cuando además de implementar prácticas adoptamos una forma diferente de pensar estamos “siendo” alguien distinto, alguien que vive la agilidad y cuyo comportamiento está alineado a los valores y principios ágiles, esto nos da beneficios adicionales como: deleite del cliente, placer por el trabajo, compromiso, innovación, creatividad y aprendizaje continuo. Cuando hablamos de ser ágil a nivel organizacional nos referimos a empresas que adoptan una cultura que permite obtener estos beneficios mediante un cambio de mentalidad en todos los niveles de liderazgo, no solo de los equipos de trabajo.

agile-fig1.jpg

Figura 1. Doing Agile vs Being Agile [1]

La figura 1, obtenida del artículo “Doing Agile vs. Being Agile” de Michael Sahota ejemplifica la diferencia entre hacer ágil y ser ágil.

En mi experiencia las mejores transiciones hacia la agilidad se logran cuando además de la adopción de prácticas ágiles también se adopta el mindset Ágil, esto definitivamente es mucho más complejo, ya que un entrenamiento no será suficiente, se necesita de un acompañamiento adecuado, de preferencia de un coach experimentado que pueda ayudar a lograr una transición cultural.

Conclusión

Hacer ágil es definitivamente distinto a ser ágil, y aunque ninguno de los dos es fácil no debemos perder de vista los objetivos que queremos alcanzar, si queremos el mayor de los beneficios debemos desafiar nuestras actuales formas de pensar y promover ese cambio alrededor de nosotros. Mi recomendación es solicitar apoyo de un experto, ya sea interno o externo, no solo en metodologías Ágiles sino también en el proceso de transformación hacia nuevos paradigmas.

Referencias

1. Sahota, M. Doing Agile vs. Being Agile. http://agilitrix.com/2016/04/doing-agile-vs-being-agile

 

 

Bio

Jorge Heras (@jherasq) es Ingeniero en Sistemas Computacionales con especialidad en Ingeniería de Software por el Instituto Tecnológico de Hermosillo y certificado como International Business Coach por la Academia Interamericana de Coaching. Actualmente es Director of Software Engineering en Tiempo Development, y Agile Coach de forma independiente.